viernes, 27 de noviembre de 2009

Consulta desde Chile

Paso a reproducir parte de un mail que me ha llegado de un compañero desde Chile:

"Hola Loki.

[...] me han surgido algunas dudas sobre la correcta colocación de las cintas express. Y tú tienes pinta que te manejas bastante bien en el tema. Entonces me atrevo a consultarte...

¿Los mosquetones de la cintas express, deben ir hacia el mismo lado los dos gatillos, o invertidos? Esa es la primera pregunta. Que me imagino se responderá con un "depende", de hacia dónde se dirija la ruta. No tengo claridad de la correcta forma de poner las express sobre las chapas. ¿Hacia la ruta o a la inversa? ¿Y qué mosquetón hacia qué lado? Estoy complicadísimo [...]

[...] Gracias por todo. Julio."


Bueno Julio, pues he de decirte que has dado con un tema que da para muuuchas charlas, pero vamos a ver si se arroja un poco de luz sobre el tema.

Vamos a empezar con el mosquetón de abajo de la cinta, el que va a la cuerda. En este sentido, no hay mucha controversia, puesto que todo el mundo está de acuerdo en que el gatillo debe mirar hacia el lado opuesto de tu sentido de ascensión, no sé si me explico. Es decir, si tú vas a subir por el lado izquierdo del mosquetón, el gatillo debe mirar hacia la derecha y viceversa. De esta manera (tal y como se ve en el esquema del catálogo de Petzl) las posibilidades de que la cuerda accione el gatillo y se salga se reducen al mínimo.


Ahora toca lo complicado: ¿Y el mosquetón que va al seguro?. Aquí hay varios(bueno, en realidad sólo dos) criterios, los dos mosquetones para el mismo lado u opuestos, así que tendrás que elegir en que más te convenza.


La razón más obvia para que los mosquetones tengan los gatillos mirando a lados opuestos es que vienen así montadas de fábrica. Esto es de pelogrullo, claro, pero parece razonable pensar que cuando los señores de una marca conocida nos venden las cintas express con los mosquetones enfrentados es por una buena razón, sea cual sea. Esa razón se debe sobre todo a la geometría y centro de masas de los mosquetones.

Si nos fijamos en la disposición de los mosquetones de la imagen de al lado, vemos como el eje longitudinal de éstos y el de la cinta, están perfectamente alineados, lo que lógicamente, ofrece la mejor resistencia posible de los tres elementos. Si ese eje imaginario no estuviera alineado, en una cída se generarían tensiones en direcciones no alineadas y no obtendríamos la máxima resistencia de cada uno de los elementos de la cinta express.

Si esto es así... ¿Por qué poner los dos gatillos hacia el mismo lado? Pues por la misma razón que el caso contrario: Porque vienen así montadas de fábrica. Si nos fijamos en marcas como Petzl o Wild Country, vemos que sus cintas express vienen con los dos mosquetones mirando hacia el mismo lado. Al igual que el caso anterior, la geometría y distribución de pesos de los mosquetones permite que el eje longitudinal esté alineado con esta disposición de los elementos, lo que nos ofrece una resistencia óptima del conjunto.

Entonces... ¿Qué cintas express elijo? Pues aquí viene el problema, puesto que lo más recomendable sería que el gatillo del mosquetón del anclaje también mirase hacia el lado contrario del sentido de escalada. Es decir, si subo por la izquierda de la cinta, los gatillo de ambos mosquetones deberían mirar hacia la derecha. Así, en caso de que la cuerda "arrastre" la cinta y ésta deje de estar vertical, el gatillo no hará palanca con el seguro, como se ve en la imagen.


Lo que si que es cierto, es que las posibilidades de que la cinta se gire por el efecto de la cuerda son pocas, sobre todo en vías verticales y desplomadas, puesto que el propio peso de la cinta es mayor que el rozamiento de la cuerda sobre ella, pero existe esa posibilidad.



En caso de que dispongamos de cintas con los mosquetones opuestos, lo primero que debemos evitar es fijar la cinta al mosquetón con una goma, string o similar.

Llevar cintas de longitud mayor a 11 cm (las típicas de deportiva) también ayuda a que la cinta no se descoloque tanto, sobre todo las que tienen el aro del mosquetón de arriba mucho mayor que el de abajo.

Por último, también cabe la posibilidad de colocar nosotros mismos los mosquetones a nuestro antojo, pero SIEMPRE verificando que el eje longitudinal trabaje correctamente. En este caso, cuanto más larga sea la cinta, más fácil será que el eje longitudinal está prácticamente alineado.

Bueno, pues creo que ya están más o menos explicadas (y razonadas) tanto la forma de colocar los mosquetones en las cintas, como su colocación en la pared y la cuerda.

Un saludo desde España, Julio, ha sido todo un placer.


D. García (Loki)

martes, 18 de agosto de 2009

Descuelgues en Escalada Deportiva

En cualquier tipo de escalada, redundancia es sinónimo de seguridad. Nunca debemos confiar nuestra integridad física a un único seguro por muy fiable que nos parezca éste.

Esta máxima se suele respetar bastante en escalada clásica: al llegar a una reunión (o posible emplazamiento de una), el primero de cordada se asegura con un cabo de anclaje o la propia cuerda, monta la reunión y se vuelve a asegurar a ésta. Si un cabo de anclaje fallase por el motivo que fuera, todavía tendría el otro.

Sin embargo, esta máxima no es tan respetada en escalada deportiva y sobre todo se hace caso omiso de ella en el momento más delicado de una escalada: en la preparación del descuelgue. Pongamos un caso en el que el escalador sube una vía con las cintas puestas y que debe dejar "limpia" al bajar. Al terminar la vía, el escalador llega al descuelgue, se chapa e inicia la maniobra para pasar la cuerda por la anilla del descuelgue (suponemos que no hay mosquetón en él) para poder bajar.

Para evitar quedarnos colgando sólo de un punto de anclaje, lo mejor es preparar el descenso de manera similar a lo que se muestra en el catálogo de Petzl:



1.- Se observa como el escalador se asegura a la reunión y SIN desatarse el ocho, pasa la cuerda en doble por el descuelgue.

2.- Tras pasar la suficiente cuerda, hace un ocho por seno.

3.- Se ata el nuevo ocho en el anillo ventral del arnés con un mosquetón de seguro.

4.- Se desata el ocho con el que ha escalado la vía.

5.- Soltaría la cinta con que está unido a la reunión e iniciaría la bajada.

Si nos damos cuenta, el escalador ha estado asegurado en todo momento por la cinta que le unía a la reunión y por la cuerda con la que ha escalado la vía. Bien es cierto que si la cinta fallase justo en el momento en el que estamos pasando la cuerda en doble por el descuelgue, el sartenazo sería de escándalo, pero siempre es mejor pegarse un buen vuelo, que caer hasta el pié de vía, ¿no?.

Sin embargo, en el propio catálogo de Petzl ya nos avisan de que en ningún momento éste se trata de un manual de escalada, y que la información puede no ser del todo exhaustiva, por lo que es preciso hacer una serie de recomendaciones a la hora de realizar la maniobra. Pasaremos a analizar uno por uno los pasos que hemos dado para montar el descuelgue:


1.- Al llegar a la reunión, lo suyo es asegurarse con un cabo de anclaje como Dios manda, no con una cinta express con mosquetones normales.

Asegurarse con dos cintas contrapeadas mejora (algo) la seguridad, pero por norma general, las cintas que se utilizan en escalada deportiva (10-11 cm) son demasiado cortas y nos pegarían demasiado a la pared, dificultando nuestros movimientos, lo que en una maniobra tan delicada, no es muy recomendable.









De unir dos cintas express a modo de cadena, mejor ni hablamos. Esta práctica es muy, pero que muy peligrosa como se puede ver en el siguiente vídeo (cortesía de Yogurín):



Una muy buena solución si no queremos cargar con un cabo de anclaje es utilizar en la reunión cintas largas (20-25 cm) con mosquetones de seguridad. Esta longitud de cinta nos proporciona una separación bastante aceptable de la pared, mientras que los mosquetones de seguridad nos proporcionan un anclaje fiable ante cualquier movimiento del escalador.


2.- En este punto, por parte del escalador hay poco que aclarar: simplemente se trata de pasar la cuerda en doble por la anilla y hacer un ocho por seno. Si en vez de una anilla tenemos un maillón, nos resultará complicado pasar la cuerda en doble si estamos también anclados de él con un mosquetón, por lo que hay que tomar la precaución de chaparnos directamente a la chapa para dejar el suficiente espacio para la cuerda.

Por parte del asegurador, es importante que siga atento a la maniobra de su compañero y le facilite sólo la cuerda necesaria. No es muy prudente que digamos dejarle demasiada "comba" y mucho menos soltar la cuerda para ir a buscar algo a la mochila... en fin.






3.- En el dibujo, el escalador se asegura con un mosquetón de seguro, lo que está bien, aunque yo prefiero ponerme dos mosquetones contrapeados por si acaso.



En mi caso, como suelo utilizar dos cintas largas con mosquetones de seguro, utilizo una cinta para asegurarme a la reunión y la otra para atarme el ocho al arnés. Una vez me suelto de la reunión, me pongo el otro mosquetón de seguro contrapeado y empiezo a bajar. De esa manera ya no me tengo que estar preocupando de subir material extra para desmontar la vía.

Es muy importante recordar que los mosquetones deben ponerse en el ANILLO VENTRAL del arnés, NUNCA sujetando las perneras y el cinturón a la vez, ya que eso ejerce fuerzas triaxiales sobre el mosquetón que puede romperlo. Los mosquetones SIEMPRE deben trabajar con fuerzas biaxiales, es decir, a lo largo de un eje, que debe coincidir con su eje longitudinal, puesto que es eje con mayor resistencia (22-24 KN).




4.- Con el ocho por seno atado al anillo ventral del arnés y todavía asegurado a la reunión, es hora de deshacer el ocho con el que hemos subido la vía y comenzar el descenso. Una precaución que toma el escalador es pasar el cabo que ha soltado por la reunión, lo que está muy bien si no queremos que dicho cabo se encaje en el descuelgue.Pasa, en serio.









En resumen

Este método para motar descuelgues en deportiva es de lo más rápido que he encontrado, puesto que sólo se hace un nudo (el ocho por seno). Además, permite que el escalador esté constantemente asegurado en dos puntos (el cabo de anclaje y la cuerda) lo que es mucho más seguro que deshacerse el nudo, pasar el cabo por el descuelgue y volverse a hacer el nudo.

Sin embargo, no es una maniobra sencilla, sobre todo si se lleva el material "mínimo" para hacerla (sólo las dos cintas de la reunión), puesto que nos podemos llegar a liar con el mosquetón con el que estamos asegurados a la reunión y con el que vamos a atarnos el ocho por seno al anillo ventral.

Por eso, recomiendo lo de siempre: primero pasar una tarde en el roco con dos chapas a pié de vía practicando la maniobra y si nos acompaña alguien que "controle", pues mejor que mejor. Las chapas no cuestan casi nada, y los tornillos menos todavía. Según nos vayamos afianzando con la maniobra, podemos realizarla in situ con el cabo de anclaje y más tarde (con tiempo y práctica) utilizar sólo las cintas de reunión.

En breve escribiré otro artículo de las cintas de reunión, ya que creo que en el de las cintas express especiales se quedaron algunas cosas en el tintero y creo que sobre estas cintas hay mucho que contar.

Un saludo.


D. García.

lunes, 13 de julio de 2009

El Cinch de Trango

El Cinch es un aparato de aseguramiento automático y dinámico fabricado por la empresa norteamericana Trango, que se presentó como una muy buena alternativa al dispositivo más utilizado para esta tarea: el grigri de Petzl. A pesar de que ya lleva bastante tiempo en el mercado, es sorprendente comprobar que muy poca gente se decanta por este sistema de aseguramiento, pero claro, la costumbre de haber utilizado el "grillo" durante años y el desconocimiento de las cualidades de las alternativas que ofrece el mercado, echan para atrás a cualquiera a la hora de adquirir un asegurador.


Sobre el papel:

A simple vista se aprecia que es un aparato con una construcción muy simple y un tamaño bastante reducido, ya que cabe en la palma de la mano. Esta simplicidad de diseño ayuda bastante a su mantenimiento, ya que se limpia de polvo con mucha facilidad. Esto es un detalle que me gustó mucho ya que en el Grigri, si la cuerda está muy sucia, el polvillo que desprende se puede meter en el muelle de la leva pivotante, lo que puede entorpecer su funcionamiento.


Al cojerlo, notamos su ligereza (sólo 182 gr) lo que representa en torno al 24% menos de peso respecto a aparatos similares como el Grigri (225 gr), Sum (260 gr), Eddy (350 gr) o Zap-o-mat (220 gr). De hecho, creo que quitando el ABS (84 gr), es el dispositivo automático para cuerda simple más ligero del mercado, lo que no está nada mal para vías equipadas de varios largos.

Su rango de utilización va desde los 9,4 a los 11 mm para que el sistema funcione de modo automático. Sin embargo, según el propio fabricante, el Cinch se puede utilizar con diámetros aún menores, pero en este caso actúa de modo dinámico (hay que bloquear la cuerda del asegurador para que el dispositivo frene), lo que requiere que el asegurador tenga cierta experiencia con él.

Para caídas de factor 1 o superiores también funciona de modo dinámico, otra característica (junto con el peso) muy importante en deportiva de varios largos saliendo de la reunión.


Sobre el terreno:

Al abrir el dispositivo para meter la cuerda, se ven cuatro marcas que indican su recorrido, dos para la cuerda del asegurador y dos para la del escalador (aunque en la imagen sólo aparecen dos).


Ese recorrido es mucho más rectilíneo que el de aparatos como el Griri o el ABS, lo que reduce la fatiga de la cuerda en los descensos, ya que, además, la superficie de frenado de la leva pivotante ha aumentado considerablemente y no pinza tanto la cuerda como en otros modelos.


Lo mejor de este dispositivo es lo fácil que es dar cuerda, eso sí, siempre y cuando se haga de tal y como se muestra en el siguiente vídeo (cortesía del propio fabricante):


Lo malo es que cuesta hacerse al gesto de dar cuerda después de tantos años escalando con el "grillo", por lo que la gente busca como bloquear la leva para dar cuerda rápidamente en un chapaje y bloquea el Cinch involuntariamente. Este es el mayor fallo que le encuentro al Grigri: la gente aprieta la leva pivotante para dar cuerda, bloqueando la capacidad de frenado del dispositivo, lo que es potencialmente peligroso. Hay que hacer hincapié en el hecho de que para dar cuerda rápidamente con el Cinch no hay que bloquear nada, simplemente cojerlo bien, y esto da bastante seguridad al escalador si el segurador se despista, no nos ve o no es lo suficientemente experimentado.

En el apartado de la seguridad, hay otro detalle que me gusta bastante y es que una vez bloqueado el dispositivo, no se puede desbloquear accidentalmente: No cabe la posibilidad de que el asegurador presione la leva sin darse cuenta y nos pegue un buen susto.

Para desbloquear el dispositivo tras una caída o bloqueo accidental, tenemos dos opciones:

- La primera consiste en desplazar la plaquita metálica hacia atrás con la mano que no sujeta la cuerda (en la foto, la izquierda).

- La otra consiste en sujetar la cuerda por encima del dispositivo con la mano izquierda para liberar tensión sobre él y deslizar el dispositivo hacia delante con el pulgar de la mano derecha sobre el saliente negro de la palanca de descuelgue.


Con los diámetros de cuerda más normales (10,2 o 10,5 mm), cuerdas con cierto desgaste o caidas con factores bajos, hay que decir que el comportamiento del Cinch es más bien automático que dinámico, frenando la caida rápidamente, si bien el propio fabricante insiste en las instrucciones del dispositivo en agarrar la cuerda en caso de caida, algo que no es muy complicado debido a que la mano que sujeta el dispositivo queda en una posición muy favorable para realizar el gesto instantáneamente.

Lo malo de este aparato (porque no todo va a ser bueno) es que la palanca de descenso es un poco pequeña (es lo que tienen los diseños compactos) comparada con otros dispositivos. Sin embargo, si en vez de tirar hacia atrás de la palanca como hemos hecho toda la vida, colocamos la mano sobre la palanca y la accionamos hacia abajo, en seguida notaremos como descolgar al compañero no se hace tan pesado.


En caso de que el peso del compañero que descolgamos sea muy superior al nuestro, o simplemente la cuerda corra más de lo deseado, el fabricante nos recomienda mandar un reenvío de la cuerda a un mosquetón sujeto a la pernera del arnés. Para ser sincero, no me convence mucho poner mosquetones a las perneras del arnés, ni para mandar reenvíos, ni prusiks ni similares, a pesar de que sé que las posibilidades de que la pernera se abra son escasas.


Me gustaría probar a hacer un reenvío con el mosquetón freino de Petzl, pero tengo que admitir que nunca he necesitado hacer un reenvío, por lo que (sintiéndolo mucho) no me voy a gastar la pasta en él, ya que no conozco a nadie que lo utilice.


Otra cosa que no me acaba de convencer es que al realizar la maniobra de descuelgue, el aparato se gira 90º hacia la mano que acciona la palanca (por norma general la izquierda) lo que retuerce un poco el anillo ventral del arnés (ver imagen más arriba). Esto tiene peor solución que el punto anterior, ya que habría que probar a hacer el aparato homotético, colocando el lado visible y la palanca a la izquierda y el "mecanismo" a la derecha, ya que casi todos conservamos la "manía" de utilizar la palanca con la mano izquierda, herencia directa del Grigri.

Además, se podría intentar modificar el diseño (la rebaba interior) de la palanca y/o su colocación para que desbloqueara el dispositivo antes, ya que ahora la palanca qeuda casi horizontal antes de empezar a desbloquear. De esta manera, ya no sería tampoco necesario colocar la palma de la mano sobre la palanca y se podría accionar tal y como lo hacemos con el grillo, lo que retorcería menos al anillo ventral.

Por último, hay que destacar su elevado precio. Aquí ni entro ni salgo ya que es la propia marca la que elige su estrategia de mercado, pero como consumidor, me parece que es un poco exagerado (al menos de momento) que sea incluso más caro que el Grigri, cuando la cuota de mercado de éste es muy superior al suyo, lo que no invita mucho a que la gente se "tire a la piscina" para probar este nuevo material.

En fin, aunque debo admitir que me compré el Cinch un poco de rebote (tras perder mi grillo) tengo que reconocer que me ha satisfecho por completo (incluso con sus contras) y si me dieran a elegir entre ambos, me volvería a decantar por él (de hecho, desde que lo tengo, ya no utilizo el grillo). Sigo pensando que es una pena que la gente no se anime más por lo menos a probarlo, para poder tener más referencias, pero es que Petzl es Petzl...

Un saludo.

NOTA: Fotografías obtenidas de la página web del fabricante, en concreto del apartado "Pictorial Instructions" que aparece al seleccionar el Cinch, a excepción de la del Freino, obtenida del catálogo en pdf de 2009.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Mosquetones con Seguro de Rosca

Desde que empecé a escalar, siempre he preferido los mosquetones de seguridad con cierre automático con cuarto de vuelta antes que los de cierre con rosca ya que me parecen más seguros. No importa lo despistado que seas, la prisa o la poca experiencia que tengas: el mosquetón automático siempre estará perfectamente cerrado, mientras que los de cierre a rosca pueden llegar a quedarse sin el seguro echado si no se presta la debida atención durante su manipulación, y eso es peligroso.

Sin embargo, los mosquetones automáticos tienen, entre otros, un pequeño inconveniente por el que no son recomendables en todas las circunstancias: es muy complicado pasar una cuerda o una cinta por el mosquetón con una sola mano. En caso de que llevemos los guantes puestos durante una escalada invernal, esa dificultad se dispara.

Por eso, en el caso de descendedores, aseguradores o bloqueadores es más recomendable el uso de mosquetones automáticos ya que podemos abrirlo con una mano mientras que con la otra manipulamos la cuerda o el aparato en cuestión. En el caso de mosquetones para montar reuniones, el de la Daisy, cintas de reunión y demás casos en los que debamos pasar la cuerda o una cinta con una sola mano, lo mejor es un seguro de rosca que no se cierra automáticamente cada vez que lo soltamos como en el caso de los de cierre de cuarto de vuelta. Se lleva el mosquetón con la rosca abierta, se coloca y pasa la cuerda y SE CIERRA. Así de sencillo.


Hace poco adquirí el mosquetón simétrico OK de la marca Petzl para utilizarlo tanto con el Tribloc como con el Ropeman en vías largas. Ya sé que pensaréis que lo suyo sería haber cogido la versión automática, pero al final me decanté por la de cierre a rosca por varias razones. La más importante es que lo voy a utilizar como "mosquetón de los por si acasos", un mosquetón que todo escalador de vías de varios largos debería tener y en el que se suele llevar entre otros un bloqueador, una navaja, un prusik, etc. De ahí que sea de rosca: puedo llevar el mosquetón sin la rosca cerrada y sacar cualquiera de estos utensilios con una sola mano.


Lo primero que destaca en este mosquetón de color metálico es una banda roja situada al final de la rosca y que nos indica si el mosquetón está correctamente cerrado. Así de sencillo, si ves el color rojo es porque la rosca no está cerrada y el mosquetón se puede abrir; si no se ve el color rojo, todo correctamente cerrado. Sistema sencillo donde los haya.

Como tengo otros tres mosquetones de cierre a rosca (en este caso de "pera") también de color metálico, la asociación de ideas fue inmediata y me dispuse a marcar con una franja roja los finales de rosca para detectar a simple vista si están correctamente cerrados o no.


Para ello, probé a pintarlos directamente con un rotulador de tinta indeleble (vamos, un Edding de toda la vida). Sin embargo la superficie perfectamente lisa del mosquetón no llega a absorber bien la pintura y ésta se borra con el roce, por lo que me fui a la ferretería a por un papel de lija con el grano lo más fino posible. Corté una tira de lija del ancho de la franja y tras frotarla en el cierre, con cuidado de no hacer ningún estropicio en el mosquetón, la pinté con el rotulador.


El resultado desde luego es más duradero que si no se lija el mosquetón, aunque estoy seguro de que con el roce la pintura se volverá a quitar, con lo que cada "X" tiempo me temo que tendré que volver a pintarlos. No pasa nada, así aprovecho para limpiarlos y engrasarlos.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Actualizando el Tikka Xp

Un día, buscando en la red de redes algo de info del nuevo modelo del Myo Xp Belt de Petzl, di con un foro que aunque en principio no tenía mucho que ver directamente con la montaña, me iba a servir para hacerle una ñapa realmente ingeniosa a mi Tikka Xp.

En este foro, un usuario llamado "msxtr" mostraba con todo lujo de detalles y fotografías, como
actualizar un Myo Xp cambiándole el led que lleva de serie por uno más eficiente. Nada más fácil: con una simple llave Torx del número 6 (también útil para destripar los Nokia), un soldador y un Led de estrella, frontal mejorado al canto.



Demasiado bonito para ser verdad, pero lo era. Me leí todas las páginas de ese hilo y otras en las que "msxtr" mostraba cómo fabricarse focos para la bici, ampliaciones para frontales, etc. etc. y la verdad es que este forero controla bastante del tema (por lo menos más que yo). Todavía no tenía muy decidido trastear con mi Tikka por miedo a estropearlo, pero me lo estaba planteando muy seriamente.

Casualidades del destino, mientras buscaba todo tipo de información sobre Leds, dónde comprarlos y demás, me encontré con un viejo amigo Ingeniero Técnico Industrial (un saludo desde aquí) muy aficionado a la robótica y la electrónica. Le pregunté sobre tiendas para comprar Leds y me dijo que él tenía justo el que yo andaba buscando, así que si quería, me lo actualizaba en un momento. Fui a su casa con mi Tikka, entré en su "laboratorio" y empezamos a hacer todo tipo de pruebas de consumo, eficiencia y demás con uno y otro Led. Llegamos a una serie de conclusiones muy interesantes:
  1. El consumo del Led es el mismo independientemente del Led: Esto se debe a que es el circuito interno del Tikka el que le administra la energía, lo que le proporciona al frontal sus tres niveles de iluminación, el boost y el modo intermitente. Así que no hay que preocuparse porque el nuevo Led gaste las pilas a las pocas horas de estar encendido.

  2. Efectivamente, el nuevo Led iluminaba más: No sabíamos exactamente cuánto porque no teníamos ningún instrumento para medirlo, pero a simple vista se veía una mejora en cuanto a la iluminación, aplicando en ambos Leds la misma corriente. Si alguien tiene un medidor de intensidad lumínica y le apetece pasar la tarde, ya sabe dónde encontrarme.

  3. Si el nuevo Led es capaz de iluminar más sin quemarse debido al calor, entonces a bajo consumo (83 mA del modo Boost) no habría peligro de que se quemara puesto que trabajaría "sobrado".

Sin embargo, incluso después de haber mejorado el frontal no estaba a gusto del todo porque no sabía exactamente qué Led le había puesto al frontal, por lo que a lo mejor podía incluso mejorarlo más. Investigando un poco, encontré las características de los Leds que me interesaban, el Luxeon (el que trae el Tikka) el Seoul P4 (el del actual Myo Xp) y el Cree Q5 (el que luego le puse al frontal). Además de las medidas, tipo de luz que dan y demás, daban un valor que hizo que me decantase por el Cree Q5: la intensidad lumínica con un consumo de 350 mA. Los valores son los siguientes:
  • Luxeon: 45 lm a 350 mA, con un espesor total de 7,5 mm (1,6 mm de estrella).

  • Seoul P4: 100 lm a 350 mA, con un espesor total de 6,78 mm (1,7 mm de estrella).

  • Cree Q5: 114 lm a 350 mA, con un espesor total de 6,1 mm (1,7 mm de estrella).

Lógico, puesto que a mayor letra del abecedario después del nombre del Led , mejor rendimiento, por lo tanto más iluminación con el mismo consumo. Si alguien está interesado en las hojas de especificaciones técnicas, que me las pida y se las mando.

Así que me decidí a encargar el Cree Q5 (ya van por el Cree R2), que tenía un precio de 6,36 $ en
Deal Extreme, una página que se encargaría de servirme el componente sin gastos de envío ni nada, un lujazo. Lógicamente, me parecía imposible que me sirvieran un único Led sin ningún tipo de recargo, aduana o coste indirecto, pero así fue: a los quince días me llegó el paquete con el Led en perfectas condiciones. El próximo Led que pille, desde luego será en esa web.


Abrí el Tikka por segunda vez, retiré el Led que tenía y monté mi nuevo Cree Q5. El proceso de montar el Led ya viene bastante bien documentado en el enlace de foromtb, pero como el frontal que muestran es el Myo Xp, os muestro una foto del mío en la que se aprecia una especie de pasta blanca adherida a la parte posterior del Led. Esta silicona es muy importante recogerla del Led antiguo y ponerla en el nuevo, porque es termodifusora y sirve para disipar el calor que genera el Led transmitiéndolo por el alambre que se ve en la imagen.


Al encenderlo todavía me esperaba otra sorpresa. El nuevo Led es un poco más plano (1,4 mm) que el Luxeon, lo que hace que la lente que protege al Led disperse el haz de una manera extraña produciendo un efecto parecido al que se da en las linternas con bombillas estándar. Lo bueno es que el nuevo haz es bastante más ancho que el haz puntual que ofrece el Tikka, lo que da una muy buena amplitud en distancia media de 4-5 metros de distancia. Esta amplitud es muy aconsejable para correr por la noche, siempre por sitios no excesivamente técnicos, claro, puesto que aún con el cambio de Led el Tikka no es un Ultra ni por asomo. Lo malo es que la lente no es lisa, sino que va escalonada por dentro, lo que produce una zona brillante rodeada de otras menos brillantes concéntricas, lo que hace que el Led pierda eficiencia. Tendría que buscarle una lente que mantenga el ancho de haz eliminando dichas zonas, pero no va a ser nada fácil. Me gustaría colgar alguna foto con el haz, pero como soy un tanto zote, tendré que esperar hasta dar con una pared lisa y las condiciones de luz adecuadas. De momento, os dejo con ésta, que muestra un haz de 1,3 m de diámetro a 2 m de distancia a la pared.


Aunque ya llevo cerca de un año con el Cree Q5, ahora tengo también el Myo Xp Belt (del que ya escribiré algo), por lo que ya apenas utilizo el Tikka para salir a correr. Así que me estoy planteando la posibilidad de comprar un Cree R2 y un Seoul P4 para hacer diferentes pruebas con el Tikka hasta que encuentre el equilibrio entre potencia y tipo de haz, ya que me parece que dar con la lente adecuada me va a resultar demasiado complicado. Todo esto siempre y cuando localice la silicona termodifusora a un precio asequible, porque con tanto cambio de Led, al final voy a dejar el frontal sin nada y se me va a "tostar"... ya os contaré las nuevas pruebas.

NOTA: me gustaría "dedicarle" esta entrada al compañero que me animó a escribirla, volviendo de noche a la furgo tras una jornada más que complicada. Me hizo gracia la frase que utilizó para describir el frontal: "Niño, vaya pedazo foco que gastas, ¿Qué modelo es?". Sobre todo después del día que llevábamos...

sábado, 31 de enero de 2009

Reinventando la Daisy Chain

Todos los que utilizamos las Daisy Chains (cadenas de margaritas) como cabo de anclaje hemos visto alguna vez el vídeo de Black Diamond en el que explican como chaparse en corto o por lo menos, alguien nos ha explicado la forma correcta de hacerlo. Como podéis ver en el vídeo, no chaparse de la manera correcta nos puede acarrear serios problemas de salud:



Fué todo un detalle por parte de Black Diamond realizar el vídeo, ya que por norma general, la gente no es muy amiga de leerse los manuales de uso de su material. Al menos en las Daisy Chain de Black Diamond (la mía) se explica gráficamente el método de los dos mosquetones para atarse en corto. El método de la vuelta ni siquiera aparece, supongo que debido a que es una maniobra bastante complicada de explicar sólo con un par de gráficos y una pequeña descripción del método por escrito.

La verdad es que yo siempre he utilizado la Quickfix de Petzl porque me parece un sistema de anclaje bastante cómodo y sencillo de utilizar. Sin embargo, ya tocaba renovarlo y me he decidido por la Daisy Chain de Dynex de 12 mm de ancho y 115 cm de largo, que por lo que he visto, sus anillos son de los que más aguantan: 3 KN. Así que he tenido que volver a empollarme la teoría de cómo atarse en corto.

El método de los dos mosquetones lo veo sencillo pero poco eficiente, puesto que duplica el peso y requiere el doble del material que el metodo de la vuelta. Sin embargo este último método tampoco me resulta muy fiable: basta un pequeño descuido para atarse mal y desatarse la fatalidad.

Dándole vueltas al asunto me he dado cuenta de lo siguiente: si en el método de la vuelta hay que dar ese giro para que en el caso de que la cinta falle el mosquetón quede anudado, ¿Por qué no darlo desde el principio?. Pues eso, basta con hacerle una gaza al mosquetón en el último bucle para poder atarnos en corto sin tener que estar tan pendientes de si nos hemos anclado correctamente o no. Simple pero eficaz.

Las Daisy Chains tienen el cabo que va atado al arnés preparado para hacer una gaza. Para ello le dan medio giro a la cinta antes de coserla y con ello consiguen que el nudo quede bien "peinado" sin que se torsione la Daisy. Así que sólo sería necesario dar ese medio giro a los dos cabos para hacer la gaza tanto en el mosquetón como en el arnés. En la siguiente foto, se ve el medio giro del que hablo en sendos cabos:


Una vez montada la Daisy en el arnés, quedaría de la siguiente forma:


Nota: Lo suyo es pasar la Daisy por las perneras y la cintura, yo la he pasado sólo por el anillo ventral para que se vea bien el nudo.

Para que se vean mejor los detalles amplío la parte del arnés:


Y la del mosquetón:


Sin embargo, como de momento no me fío mucho de la Daisy hecha con esparadrapo, creo que me va a tocar utilizar la que tengo al revés: con el cabo que tiene la media vuelta en el mosquetón y el otro al arnés (a no ser, claro está, que reciba noticias de que esto es potencialmente peligroso). Así el nudo del mosquetón quedará bien peinado y menos abultado, lo que facilitará pasar por él los anillos. El nudo del arnés quedará un poco mal, pero como no hay que manipularlo para nada, en principio no me preocupa demasiado.

A ver si con un poco de suerte, dentro de poco tiempo tenemos a nuestra disposición Daisy Chains con doble giro en los dos cabos.

martes, 27 de enero de 2009

Cintas Express Especiales

Además de las cintas express que hemos analizado anteriormente y que podemos considerar como estándar (dos mosquetones contrapeados con un anillo de cinta cosida) existen muchos otros tipos de cintas no tan convencionales pero igualmente útiles que debemos considerar para completar nuestro juego de cintas. Voy a intentar explicar lo mejor posible las que yo he utilizado y enumerar algunas (como las cintas largas de aro cosido) que no he tenido oportunidad de probar exhaustivamente pero que igualmente son bastante útiles.

Lo malo de este tipo de cintas es su elevado precio: como por lo general hay que comprar los mosquetones por un lado y la cinta o aro cosido por otro, el precio puede ser incluso el doble que el de las cintas express premontadas. Sin embargo merece la pena tener alguna de estas "joyas" en determinadas ocasiones.

Cintas con mosquetones de seguro: Este tipo de cintas express es bastante útil para asegurar pasos complicados en los que existen muchas probabilidades de caer repetidas veces o pasos en los que si la cuerda se saliera de la cinta estaríamos en un gran apuro, como pueden ser caídas cercanas al factor dos, caídas sobre repisas, alejes, etc. En este caso se utilizan mosquetones de forma similar a los de cualquier cinta express, pero con cierre de rosca. Es importante que el cierre sea de rosca y no automático, de bayoneta o similares porque complica bastante el chapaje. La longitud de la cinta puede ser la que estimemos más oportuno. En la imagen, una cinta de 17 cm de Petzl con dos mosquetones de rosca.

Cintas largas de aro cosido: Se utilizan sobre todo en escalada "clásica", donde se pueden utilizar tanto como cintas express convencionales (si la cinta está convenientemente recogida), o como cintas largas desenrollando la cinta o para efectuar puentes de roca o hielo dependiendo el caso. Además, si el aro es lo suficientemente largo se puede emplear para hacer reuniones, cabos de anclaje, etc. Vamos, que es un tipo de cinta muy polivalente. En la imagen, una cinta con aro de 120 cm (un poco largo, la verdad).

En el siguiente cuadro (cortesía del catálogo de Petzl) se muestra como convertir una cinta corta en larga y viceversa.



Cintas cortas de aro cosido: Este tipo de cintas bien se podrían considerar como un subapartado del anterior tipo de cintas, pero prefiero ponerlo aparte por su especial utilidad en escalada en hielo. A diferencia de las anteriores, en este caso utilizaremos aros de 30-50 cm doblados a la mitad, con lo que tenemos una cinta express de 15-25 cm, muy útil si escalamos en cascadas no muy rectas para evitar roces excesivos de las cuerdas o tener bien separados las cuerdas dobles si alternamos chapajes. En caso de que un tornillo de hielo no entre del todo o exista la posibilidad de hacer un puente de roca o hielo, podemos desdoblar el aro y realizar un nudo de alondra, un ballestrinque o un nudo corredizo simple, según nos resulte más sencillo. En la imagen, dos cintas con aro de 30 cm doblados a la mitad.

Briconsejo: Esta maniobra de hacer un nudo de alondra a un tornillo no es que sea lo más complicado del mundo, pero conviene entrenarla a pie de cascada. Hay que tener en cuenta que una vez metido en faena hay que colocar el tornillo, sacar uno de los dos mosquetones de la cinta, anudar el tornillo y pasar la cuerda, todo esto con una sola mano, guantes gordos y el antebrazo del que estamos colgados a flor de piel...

Cintas disipadoras: En escalada en hielo es muy recomendable este tipo de cintas, ya que la calidad de los seguros no siempre es óptima debido al estado del hielo y a la colocación del propio tornillo. Si además la cascada es de varios largos, esta recomendación de llevarlas se convierte en una obligación. En este tipo de situaciones son imprescindibles para asegurar el primer y segundo tornillo tras salir de la reunión para evitar una posible caída de factor dos, con las consecuencias que puede acarrear para la integridad de la cordada. En serio, un par de disipadoras son imprescindibles para nuestra seguridad. En el mercado existen toda una serie de modelos que se desgarran ante unas determinadas cargas, hay que valorar la carga máxima que queremos que nuestra cinta aguante antes de comenzar a desgarrarse.

Briconsejo: Aunque por suerte a mi nunca me ha pasado, parece ser que al desgarrarse, las cintas disipadoras pueden provocar vibraciones en los mosquetones (sobre todo en el de abajo) que pueden hacer que éstos se abran, con el consiguiente riesgo de rotura. Para minimizar este efecto lo más aconsejable sería montar este tipo de cintas con al menos el mosquetón de abajo con gatillo de alambre.

Cintas de Reunión: En escalada deportiva, con descuelgues a prueba de bombas, es muy común utilizar dos cintas express contrapeadas para montar una reunión en vez típico triángulo de fuerzas del tipo que sea. Para que esta maniobra ofrezca todas las garantías es necesario que las cintas vayan montadas con mosquetones de seguro (mejor si son de rosca) tanto arriba como abajo, que las cintas sean suficientemente largas (las de 25 cm de Petzl van de lujo) y que ambas tengan la misma longitud. Vamos a analizar el por qué de los tres factores comentados:

  • Si tenemos mosquetones de seguro podemos utilizar una cinta (si ésta es suficientemente larga) como cabo de anclaje para montar el descuelgue una vez hemos terminado la vía. Así no hace falta cargar con tanto material. ¡Es muy importante cerrar bien los seguros de los mosquetones! En caso contrario, si nos giramos (por ejemplo para hablar con el asegurados) el cierre podría abrirse y caernos. En serio, es muy peligroso.


  • Si las cintas son de unos 25 cm y les sumamos la longitud de ambos mosquetones, teniendo en cuenta que la separación entre anclajes en los descuelgues es de unos 30-50 cm, conseguimos un triángulo de un ángulo bastante aceptable que transmitirá las cargas a ambos seguros. Además, con una cinta de más de 30 cm, tenemos un cabo de anclaje medianamente largo. No es muy recomendable hacer un empalme con las dos cintas del descuelgue para ganar longitud, ya que a este montaje se le conoce como "la cadena de la muerte". Son 6 las cosas que pueden fallar: cuatro mosquetones y dos cintas, así que mejor no hacerlo.


  • Si el descuelgue consta de un sólo punto de anclaje, lo mejor es que las dos cintas sean de igual longitud. Si son diferentes la cuerda rozará contra la cinta más larga, lo que incrementará el desgaste innecesario tanto de la cuerda como de la propia cinta.

Briconsejo: Si somos unos escaladores lo suficientemente experimentados, podemos ahorrar bastante tiempo montando el descuelgue de la siguiente manera (diagrama cortesía de Petzl):



Al subir nos anclamos con una de las cintas de seguro, pasamos la cuerda por el descuelgue, hacemos el ocho y lo atamos al mosquetón que tenemos en el anillo ventral. Deshacemos el ocho del arnés, recogemos las cintas y para abajo. Sin embrago, esta maniobra es muy peligrosa si no se tienen las ideas suficientemente claras, por favor, ensayadla en el suelo supervisados por alguien que sepa hacerla hasta con los ojos cerrados, va en serio.

Cintas para top-rope: Si vamos a escalar de modo intensivo en top-rope lo mejor para nuestra cuerda es minimizar su roce con los mosquetones de la reunión. Además de instalar una típica polea, la firma británica DMM nos ofrece una alternativa bastante curiosa: el mosquetón de seguro revólver, con un peso de tan sólo 64 grs, una impresionante resistencia longitudinal de 24 KN y tres tipos de cierre: rosca, automático y bayoneta. Este mosquetón cuenta con una mini polea de 10 mm de diámetro que soporta cargas de hasta 10 KN antes de quedar inservible, lo que no afectaría a la integridad del mosquetón, que seguiría resistiendo los 24 KN. Lo malo (a parte de su elevado precio, claro) es que la polea sólo sirve para una cuerda, lo que restringe su uso a la escalada deportiva o a la realización de polipastos, ya que muy poca gente está dispuesta a desembolsar tal cantidad de dinero para quitar algo de roce utilizando el revólver en cintas express convencionales.

Briconsejo: Si hacemos unas cintas de reunión con el mosquetón de abajo de polea, tenemos un sistema bastante polivalente para montar descuelgues en deportiva. Aunque no se haga un uso intensivo de este sistema en top-rope evitaremos algo de desgaste a nuestras preciadas cuerdas en su posición más desfavorable: cargadas con el peso del escalador mientras baja de la vía y con un ángulo de 180º en el descuelgue.

Cintas con maillón: Este tipo de cinta se utiliza tanto en rocódromo para enseñar, como en vías duras (esas en las que sabes que nadie te las va a robar) para probar ese paso en el que sabes que te vas a caer. Son muy parecidas en uso a las cintas de seguro, pero algo mas robustas debido al maillón que se utiliza para anclarlas a la pared. Lo malo es que son mucho más delicadas de colocar que las de seguro puesto que hasta que el maillón no está bien cerrado no nos debemos colgar de la cinta y encima son mucho menos polivalentes. Un caso especial de este tipo de cintas es la 90 gradi de Salewa, con el mosquetón de abajo girado 90º para que quede perpendicular a la pared y así facilitar el chapaje cuando estamos aprendiendo. En la imagen, dos cintas con maillón de Faders.

Con esto hemos hecho un rapaso bastante amplio de las cintas express menos "ortodoxas". Sé que se quedan algunas en el tintero (como la Frog de Kong) y espero poder actualizar este artículo incluyéndolas cuando las haya probado a fondo.

jueves, 8 de enero de 2009

Cintas Express


Elegir un buen juego de cintas express puede resultar más complicado de lo que parece a simple vista. Mucha gente se basa en el precio del conjunto o como mucho en el tipo de cierres de los mosquetones como factores determinantes de su elección, mientras que hay muchos otros factores muy a tener en cuenta además de los citados. Debemos fijarnos tanto en los mosquetones como en la propia cinta, así que vamos a ver qué características debemos buscar en cada elemento por separado para dar con la cinta express que necesitamos.

MOSQUETONES:

  • Ligereza: Aunque parezca que la ligereza sólo está reservada al material de montaña propiamente dicho, también tiene su importancia en escalada ya que en una vía de por ejemplo 12 cintas, cada gramo que ahorremos en un mosquetón hay que multiplicarlo por 24. Teniendo en cuenta que estas diferencias de peso pueden llegar a los 20 gramos, estamos hablando de casi 500 gramos que nos podemos ahorrar eligiendo los mosquetones adecuados. En la imagen, el mosquetón Astro, de tan sólo 29 gramos.

  • Resistencia: El dato más importante dentro de los tres facilitados es el de la resistencia con el gatillo abierto puesto que es el caso más desfavorable ya que es muy raro que el mosquetón de una cinta trabaje transversalmente. Actualmente existen en el mercado mosquetones que aguantan 10 KN abiertos, por lo que no nos debería costar demasiado encontrar mosquetones que aguanten 9 KN. El lado un mosquetón Spirit de Petzl, con una resistencia de 9.5 KN abierto.
  • Gatillo: Aunque al principio era un poco escéptico respecto a los cierres de alambre, hay que reconocer que tienen varias ventajas respecto a los clásicos. Para empezar son más ligeros y más sencillos, por lo que es muy difícil que se estropeen. Además al pesar menos es menos probable que se abran que los mosquetones tradicionales por las vibraciones de la cuerda. Estos mosquetones tienen mucha más abertura, lo que facilita el chapaje en condiciones complicadas. Por último hay que recordar que aunque en principio los mosquetones tradicionales tienen un aspecto más robusto, el gatillo está unido al mosquetón por una pieza del mismo diámetro que el alambre utilizado para el cierre, por lo que la seguridad de estos últimos está garantizada. Por supuesto, el mosquetón de arriba con cierre recto y el de abajo con cierre curvo para facilitar el paso de la cuerda. Gatilo de alambre y tradicional.

  • Cierre: Lo mejor es que sea del tipo Keylock para que no se nos enganche ni al sacarlo del portamaterial ni de los anclajes de la pared, sobre todo en desplomes. Detalle de un cierre tipo Keylock.

CINTAS:

Lo más común dentro de las cintas cosidas es que sean de polidamida de 16 mm de grosor o de dyneema de 10 o incluso 8 mm de ancho. Si bien las cintas de 8 mm son algo más ligeras que las de 10 mm, creo que el ahorro de peso no justifica la delgadez de una cinta que la hará todavía más sensible al roce y al desgaste que una un poco más ancha.

Por otro lado las cintas más anchas reparten algo peor la tensión sobre el mosquetón debido a que en general la forma de éstos es curva en su eje longitudinal, salvo excepciones como por ejemplo la de los mosquetones de Autrialpin, que tienen forma plana donde apoya la cinta, favoreciendo que la cinta apoye todo su ancho en el mosquetón a la vez.

Por lo tanto yo me suelo decantar por las cintas cosidas de 10 mm, ya que tienen el equilibrio justo entre eficacia, peso y longevidad. Un detalle bastante bueno que los fabricantes están empezando a añadir a sus cintas (Petzl o Wild Country, por ejemplo) son piezas de goma que sujetan el mosquetón inferior. Con este elemento se consigue por un lado que el mosquetón trabaje siempre en su posición más resistente (longitudinalmente) y por otro lado que éste no se gire, lo que dificulta enormemente el chapado de la cuerda. Austrialpin por ejemplo consigue este efecto con la a comentada forma plana del mosquetón en la parte donde apoya la cinta.

En cuanto a la longitud de las cintas, las más utilizadas son las de 11 cm de largo, pero un buen juego de cintas no debe tener únicamente esa medida. Dependiendo del fabricante podemos encontrar longitudes de 15, 17, 19 y hasta de 25 cm de longitud, eso sin contar con los anillos cosidos, que nos permiten longitudes que van desde los 30 cm hasta practicamente lo que queramos. Lo mejor, claro, es tener un poco de todo para evitar zig-zags de la cuerda, roce excesivo en pasos de techo, alejes incómodos y demás situaciones "peculiares" que se pueden dar dentro de una escalada

CINTA EXPRESS:

Aunque la teoría es muy bonita, es muy complicado que nuestras cintas express sean exactamente lo que queremos, bien sea por el excesivo precio del modelo que queremos o por la falta de disponibilidad de ese modelo justo de cinta en la tienda donde solemos comprar. Por eso lo mejor es ser realistas y buscar unas cintas lo mejor posible dentro de un presupuesto y disponibilidad modestos.


Un conjunto de cinta express con una muy buena relación calidad precio es el que tiene mosquetón de gatillo "tradicional" pero con cierre keylock en el superior y uno tipo alambre con cierre normal en el inferior con cinta de dyneema de 10 mm de grosor. Con este tipo de conjunto tenemos una cinta que:
  1. No se nos engancha ni en la pared ni en el portamaterial.
  2. Es más ligero que si monta dos mosquetones con cierre tradicional y cinta de 16 mm.
  3. El mosquetón que es más probable que se abra debido a las vibraciones producidas por el roce con la cuerda en caso de caida tiene un cierre más eficiente.

A partir de un modelo con estas características podemos ir incrementando las cualidades tanto de mosquetones como de las cintas hasta qe el bolsillo nos lo permita...

Hasta aquí hemos analizado las cintas express "normales", es decir, aquellas que nos van a servir para progresar y asegurarnos en cualquier vía de roca. Sin embargo, me dejo para otro artículo las cintas "especiales" para casos más particulares dentro de la escalada, como cintas absorvedoras para el hielo, cintas largas para clásica, con mosquetones de seguridad para reuniones y demás rarezas que nos sacarán de más de un apuro.