viernes, 29 de agosto de 2008

Cerrado por Vacaciones

Ahora me toca a mi colgar el cartel de cerrado por vacaciones. No tardaré en quitarlo, que sólo me voy nueve días, pero prefiero colgar el cartel, antes de que la gente piense que he abandonado este proyecto.
No os preocupéis, que septiembre va a venir cargadito de artículos de material de todo tipo (ya los estoy preparando) y muchas más ñapas, que todavía no he acabado con todas las que tengo en casa...
Sobre el diseño (apariencia) del blog, pues espero que seáis un poco pacientes porque la verdad es que no doy a basto, los comienzos siempre son difílices.
Por lo demás, muchas gracias a todos los que habéis invertido un poco de vuestro tiempo en entrar en este blog, espero que os haya gustado.
Un saludo.

jueves, 28 de agosto de 2008

Caña Para Deportiva

Hoy en día no es nada raro ver a escaladores acarreando todo tipo de artilugios destinados a chapar la primera cinta en una vía de escalada. Hay desde palos de pintor hasta cañas prefabricadas como la “Telemaster” de Lucky. Después de analizar varios modelos y coger lo que más me gustaba de cada uno, me decidí a fabricarme el mío, cuyo precio no superó los 18 €.

El primer elemento que hay que tener es la caña, que compré en Decathlon por 14 €, un precio bastante asequible. Se trata de la Telesco7, de la marca Geologic, que como su nombre indica tiene una longitud total de siete metros. Una vez tenemos la caña hay que quitarle los dos primeros tramos porque son muy endebles y se doblan con el peso de la cinta y el mosquetón, lo que se consigue desenroscando el tapón de la parte trasera de la caña y sacándolos. No os preocupéis, ¡Que todavía tenemos una caña de cinco metros!.

El segundo elemento es la pinza con la que sujetaremos el mosquetón para subirlo a la chapa. He visto varios tipos de pinzas, pero no me acababan de convencer del todo. Las más utilizadas son las pinzas de batería. Lo malo de este tipo de pinza es que tienes que dar con el tamaño adecuado para que pille el mosquetón y el cierre a la vez. Si no, cuando pones el mosquetón en la pinza, éste queda con la abertura completamente hacia arriba, lo que en determinadas ocasiones nos puede plantear más de un quebradero de cabeza para pasar el mosquetón por la chapa. Si la pinza es demasiado grande, una vez que pasamos el mosquetón por la chapa y tiramos de la caña hacia abajo, la pinza suelta el gatillo y se cierra pillando el mosquetón, por lo que para liberarlo hay que pegar un buen tirón que araña el cuerpo de éste.

Para colocar la pinza en la caña, basta con quitar la goma protectora de uno de los mangos de la pinza, meter dicho extremo dentro del último tramo de caña y pegarlo con pegamento termo-fusible. Para que la pinza no se salga con facilidad a la hora de pegar el tirón cuando hemos chapado, antes de meterla en el tramo doblé hacia afuera las patillas del mango. Para aplicar el pegamento y que la pinza quede bien sujeta, metí una bolita de papel de aluminio dentro del último tramo hasta que se quedó encajada a la altura del mango de la pinza e hizo de tope al pegamento. Luego rellené el extremo con el pegamento, metí la pinza y rellené con pegamento los huecos que quedaron.

Para que al tirar de la caña una vez hemos chapado la cinta la pinza no dañe el mosquetón arañándolo, se puede poner un trozo de tubo de plástico (macarrón transparente bien ajustado) en las puntas de ésta. Con esto conseguimos además que el gatillo del mosquetón no resbale tan fácilmente una vez colocado. El último detalle que se le puede acoplar a la pinza es un pequeño gancho metálico para sujetar la cuerda a la que se sube la cinta, para que ésta no tire del mosquetón hacia abajo y se suelte el gatillo de la pinza. Para hacerlo yo utilicé un trozo de radio de bici al que le di la forma de gancho con unos alicates y lo recubrí con un trozo de tubo de tinta de boli bic para que no se enganchara la cuerda.


Para terminar, puse un poco de esparadrapo en la pinza para que no quedaran aristas y en el inicio de los tramos para que no se astillaran.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Tabla Para Crampones

Uno de los mayores temores que todos tenemos cuando llevamos los crampones en la mochila es que pinchen cualquier prenda que llevemos dentro de ésta. En el mercado hay toda una serie de bolsas hechas de materiales tipo cordura que nos pueden salvar de la mayor parte de pinchazos, siempre y cuando la propia bolsa no se pinche debido a la presión.

Estuve pensando en cómo llevar los crampones de tal forma que ocuparan lo menos posible, tuviera la certeza de que no iban a pinchar nada dentro de la mochila y que no se disparase el peso. Encontré un material perfecto para esta ñapa, el poliestireno extruido. Se trata de una especie de corcho de ese empleado para embalar equipos electrónicos, pero que no suelta bolitas cuando se corta o trabaja con él, ya que no está formado por bolitas, sino que es una pieza entera. Es una plancha de color amarillo o azul con diferentes grosores y que como su homólogo de color blanco no pesa nada, aunque es mucho más resistente que él. Se puede encontrar en cualquier almacén de material de construcción por un precio de unos 4,50 € el metro cuadrado, un chollo.
La fabricación de la tabla no puede ser más sencilla. Se coloca un crampón pinchándolo en el corcho.
Con un cuchillo bien afilado y de filo largo y ancho, se corta un rectángulo alrededor de él dejando uno o dos centímetros todo alrededor del crampón.
Luego, con un trozo de lija se pueden redondear los cantos para que no se rompan con el uso y se pueden practicar los pertinentes rebajes en la superficie para que el crampón asiente perfectamente en la tabla.
Ahora sólo nos queda colocar el otro crampón, pero orientando las puntas frontales hacia la parte de atrás del otro. Así conseguimos que las puntas de uno no choquen con las del otro y que el corcho sólo necesite un grosor igual a la longitud de las puntas de los crampones.
Una modificación que estoy pensando es recubrir los bordes con cinta americana para que no se deterioren con el uso, lo que no aumentará casi nada el peso total de la tabla pero que la hará mucho más duradera.

Ahora podemos estar completamente seguros de que nuestros crampones no van a volver a agujerear nada del material de la mochila, ni a ésta, aunque nos sentemos directamente sobre ella.

viernes, 22 de agosto de 2008

Tienda Raid de Coleman

La Raid es una tienda que cumple perfectamente su objeto principal: dar cobijo en carreras tipo Raid con un peso mínimo que ronda los 980 gr. según catalogo y con un precio de unos 120 €. Es sin duda, una de las mejores tiendas en relación peso-precio que podemos encontrar con cierta facilidad en el mercado Español.
Tiene un diseño bastante logrado gracias al cual se pliega sobre si misma para el transporte gracias a un bolsillo de malla situado en el suelo, quedando un bulto de un bastante pequeño y compacto. Las varillas son de aluminio y una vez desmontadas también se guardan en el mismo bulto, lo que simplifica el transporte.
Sus dimensiones montada son bastante justas, sin espacio para lujos, aunque suficientes para dos personas de tamaño medio, eso sí, sin contar con el material, que no entra dentro de la tienda a no ser que sea realmente reducido, lo que puede ser un problema si llueve y se tiene que quedar fuera.
El montaje resulta muy sencillo y rápido, quedando perfectamente estirado el tejido sin necesidad de muchos ajustes gracias en parte a la forma en “U” de las varillas que ayudan a moldear las paredes de la tienda. Lo más complicado es conseguir que las varillas queden bien sujetas debido al sistema de enganche: una tira de velcro al final del carril de tela, que si no se ajusta bien, se puede despegar debido al movimiento dentro de la tienda. Creo que en la versión posterior se corrigió dicho fallo con un sistema de enganche más tradicional (una cinta con un agujero donde se introduce el extremo de la varilla) y yo intentaré hacerle una ñapa parecida a mi versión.
Cuando me la compré, lo primero que hice fue comprar un juego de clavos porque los que trae de serie la verdad es que no ofrecen mucha confianza (miden sólo unos cinco centímetros) sobre todo teniendo en cuenta que la tienda no es autoportante y depende de la integridad los vientos para su montaje. Los diez clavos de aluminio (90 gr en total) me costaron 18 €, una inversión que debería evitarse tratándose de una tienda que cuesta 120 € y de una marca como Coleman, que estoy seguro que puede ofrecer un diseño de clavos mucho mejor sin necesidad de incrementar sustancialmente el precio y el peso final.
Otro cambio que realicé fue el de los vientos más o menos por la misma razón que los clavos: los de serie no me ofrecían mucha confianza. Los vientos que trae la tienda están fabricados con cordino de 2 mm, que seguro que es suficiente para asegurar la tienda, pero creo que se pueden llegar a degradar demasiado rápido y como ya he comentado, sin clavos y vientos no se puede montar la tienda. Con este cambio el peso no creo que aumente mucho y sin embargo se gana en tranquilidad. Tengo que admitir que aunque el cambio de los clavos es realmente necesario, los vientos los cambié más por antojo personal y se puede funcionar perfectamente con ellos.
Aconsejo por lo tanto llevar siempre un viento de recambio y uno o dos clavos de más (la tienda necesita nueve) para evitar sorpresas desagradables.
Todavía no he tenido la "suerte" de probarla con lluvia, por lo que no puedo opinar de su impermeabilidad, aunque en principio los 3.000 mm del tejido del techo y los 8.000 mm del suelo deberían ser suficientes.
Al ser monotecho, la tienda condensa mucho a pesar de las ventilaciones que tiene en el lado de la cabeza. Por la mañana el techo está repleto de gotas que caen encima del saco si se agita el techo, por lo que hay que tener cuidado para que todo se mantenga seco. Es de agradecer la mosquitera de la puerta, que permite dormir con la puerta abierta (disminuyendo la condensación) sin que entren insectos si la climatología lo permite. Cuenta con el típico bolsillo interior para guardar el reloj o el frontal pero, a diferencia de otras tiendas que tengo, cuelga de una esquina encima de la cabeza en vez de estar cosido a un lateral por lo que si duermen dos personas, lo mejor es recogerlo con un imperdible, ya que cuelga directamente en la cara de la persona que duerme en el lado sin puerta.
En definitiva, la Raid es una tienda más pensada para carreras con pocos vivacs que para travesías largas a no ser que duerma una persona sola. Su principal baza es lo poco que pesa y ocupa en la mochila, no la comodidad ni el espacio interior.


Por fin me he decidido


He creado este blog para poder dar mi punto de vista de todo el material de montaña que tengo y dar mi opinión (siempre personal, claro) de sus puntos fuertes y de cómo se podría mejorar.

No es que tenga un currículum deportivo estratosférico, pero creo que siempre se pueden aportar detalles que mejoren nuestro material sin llegar a salir en las portads de las revistas, sólo hay que ser un poco perfeccionista y observador. No hace falta acampar en el campo base de ningún ochomil, para darse cuenta de que una tienda de acampada condensa demasiado (por poner un ejemplo). Aunque trataré de ser lo más objetivo posible, no creo que siga ninguna ficha preestablecida porque creo que así la lectura de los artículos será más apetecible y además, porque intentaré no centrarme en un sólo tipo de material, ya que al practicar varios deportes diferentes, aportaré a cada uno mi granito de arena.

Eso sí, el eje central serán los deportes relacionados con la montaña: escalada en roca, hielo, alpinismo, carreras de orientación y montaña, acampada y demás actividades al aire libre. También me centraré en productos que tenga o haya probado, no me apetece crear un blog para copiar y pegar las especificaciones técnicas de las páginas web oficiales. Esto limitará la cantidad de productos a analizar y las comparativas entre productos similares, pero creo que aportará calidad a las opiniones.

Espero que disfrutéis de los artículos.

Un saludo, Loki.