sábado, 31 de enero de 2009

Reinventando la Daisy Chain

Todos los que utilizamos las Daisy Chains (cadenas de margaritas) como cabo de anclaje hemos visto alguna vez el vídeo de Black Diamond en el que explican como chaparse en corto o por lo menos, alguien nos ha explicado la forma correcta de hacerlo. Como podéis ver en el vídeo, no chaparse de la manera correcta nos puede acarrear serios problemas de salud:



Fué todo un detalle por parte de Black Diamond realizar el vídeo, ya que por norma general, la gente no es muy amiga de leerse los manuales de uso de su material. Al menos en las Daisy Chain de Black Diamond (la mía) se explica gráficamente el método de los dos mosquetones para atarse en corto. El método de la vuelta ni siquiera aparece, supongo que debido a que es una maniobra bastante complicada de explicar sólo con un par de gráficos y una pequeña descripción del método por escrito.

La verdad es que yo siempre he utilizado la Quickfix de Petzl porque me parece un sistema de anclaje bastante cómodo y sencillo de utilizar. Sin embargo, ya tocaba renovarlo y me he decidido por la Daisy Chain de Dynex de 12 mm de ancho y 115 cm de largo, que por lo que he visto, sus anillos son de los que más aguantan: 3 KN. Así que he tenido que volver a empollarme la teoría de cómo atarse en corto.

El método de los dos mosquetones lo veo sencillo pero poco eficiente, puesto que duplica el peso y requiere el doble del material que el metodo de la vuelta. Sin embargo este último método tampoco me resulta muy fiable: basta un pequeño descuido para atarse mal y desatarse la fatalidad.

Dándole vueltas al asunto me he dado cuenta de lo siguiente: si en el método de la vuelta hay que dar ese giro para que en el caso de que la cinta falle el mosquetón quede anudado, ¿Por qué no darlo desde el principio?. Pues eso, basta con hacerle una gaza al mosquetón en el último bucle para poder atarnos en corto sin tener que estar tan pendientes de si nos hemos anclado correctamente o no. Simple pero eficaz.

Las Daisy Chains tienen el cabo que va atado al arnés preparado para hacer una gaza. Para ello le dan medio giro a la cinta antes de coserla y con ello consiguen que el nudo quede bien "peinado" sin que se torsione la Daisy. Así que sólo sería necesario dar ese medio giro a los dos cabos para hacer la gaza tanto en el mosquetón como en el arnés. En la siguiente foto, se ve el medio giro del que hablo en sendos cabos:


Una vez montada la Daisy en el arnés, quedaría de la siguiente forma:


Nota: Lo suyo es pasar la Daisy por las perneras y la cintura, yo la he pasado sólo por el anillo ventral para que se vea bien el nudo.

Para que se vean mejor los detalles amplío la parte del arnés:


Y la del mosquetón:


Sin embargo, como de momento no me fío mucho de la Daisy hecha con esparadrapo, creo que me va a tocar utilizar la que tengo al revés: con el cabo que tiene la media vuelta en el mosquetón y el otro al arnés (a no ser, claro está, que reciba noticias de que esto es potencialmente peligroso). Así el nudo del mosquetón quedará bien peinado y menos abultado, lo que facilitará pasar por él los anillos. El nudo del arnés quedará un poco mal, pero como no hay que manipularlo para nada, en principio no me preocupa demasiado.

A ver si con un poco de suerte, dentro de poco tiempo tenemos a nuestra disposición Daisy Chains con doble giro en los dos cabos.

martes, 27 de enero de 2009

Cintas Express Especiales

Además de las cintas express que hemos analizado anteriormente y que podemos considerar como estándar (dos mosquetones contrapeados con un anillo de cinta cosida) existen muchos otros tipos de cintas no tan convencionales pero igualmente útiles que debemos considerar para completar nuestro juego de cintas. Voy a intentar explicar lo mejor posible las que yo he utilizado y enumerar algunas (como las cintas largas de aro cosido) que no he tenido oportunidad de probar exhaustivamente pero que igualmente son bastante útiles.

Lo malo de este tipo de cintas es su elevado precio: como por lo general hay que comprar los mosquetones por un lado y la cinta o aro cosido por otro, el precio puede ser incluso el doble que el de las cintas express premontadas. Sin embargo merece la pena tener alguna de estas "joyas" en determinadas ocasiones.

Cintas con mosquetones de seguro: Este tipo de cintas express es bastante útil para asegurar pasos complicados en los que existen muchas probabilidades de caer repetidas veces o pasos en los que si la cuerda se saliera de la cinta estaríamos en un gran apuro, como pueden ser caídas cercanas al factor dos, caídas sobre repisas, alejes, etc. En este caso se utilizan mosquetones de forma similar a los de cualquier cinta express, pero con cierre de rosca. Es importante que el cierre sea de rosca y no automático, de bayoneta o similares porque complica bastante el chapaje. La longitud de la cinta puede ser la que estimemos más oportuno. En la imagen, una cinta de 17 cm de Petzl con dos mosquetones de rosca.

Cintas largas de aro cosido: Se utilizan sobre todo en escalada "clásica", donde se pueden utilizar tanto como cintas express convencionales (si la cinta está convenientemente recogida), o como cintas largas desenrollando la cinta o para efectuar puentes de roca o hielo dependiendo el caso. Además, si el aro es lo suficientemente largo se puede emplear para hacer reuniones, cabos de anclaje, etc. Vamos, que es un tipo de cinta muy polivalente. En la imagen, una cinta con aro de 120 cm (un poco largo, la verdad).

En el siguiente cuadro (cortesía del catálogo de Petzl) se muestra como convertir una cinta corta en larga y viceversa.



Cintas cortas de aro cosido: Este tipo de cintas bien se podrían considerar como un subapartado del anterior tipo de cintas, pero prefiero ponerlo aparte por su especial utilidad en escalada en hielo. A diferencia de las anteriores, en este caso utilizaremos aros de 30-50 cm doblados a la mitad, con lo que tenemos una cinta express de 15-25 cm, muy útil si escalamos en cascadas no muy rectas para evitar roces excesivos de las cuerdas o tener bien separados las cuerdas dobles si alternamos chapajes. En caso de que un tornillo de hielo no entre del todo o exista la posibilidad de hacer un puente de roca o hielo, podemos desdoblar el aro y realizar un nudo de alondra, un ballestrinque o un nudo corredizo simple, según nos resulte más sencillo. En la imagen, dos cintas con aro de 30 cm doblados a la mitad.

Briconsejo: Esta maniobra de hacer un nudo de alondra a un tornillo no es que sea lo más complicado del mundo, pero conviene entrenarla a pie de cascada. Hay que tener en cuenta que una vez metido en faena hay que colocar el tornillo, sacar uno de los dos mosquetones de la cinta, anudar el tornillo y pasar la cuerda, todo esto con una sola mano, guantes gordos y el antebrazo del que estamos colgados a flor de piel...

Cintas disipadoras: En escalada en hielo es muy recomendable este tipo de cintas, ya que la calidad de los seguros no siempre es óptima debido al estado del hielo y a la colocación del propio tornillo. Si además la cascada es de varios largos, esta recomendación de llevarlas se convierte en una obligación. En este tipo de situaciones son imprescindibles para asegurar el primer y segundo tornillo tras salir de la reunión para evitar una posible caída de factor dos, con las consecuencias que puede acarrear para la integridad de la cordada. En serio, un par de disipadoras son imprescindibles para nuestra seguridad. En el mercado existen toda una serie de modelos que se desgarran ante unas determinadas cargas, hay que valorar la carga máxima que queremos que nuestra cinta aguante antes de comenzar a desgarrarse.

Briconsejo: Aunque por suerte a mi nunca me ha pasado, parece ser que al desgarrarse, las cintas disipadoras pueden provocar vibraciones en los mosquetones (sobre todo en el de abajo) que pueden hacer que éstos se abran, con el consiguiente riesgo de rotura. Para minimizar este efecto lo más aconsejable sería montar este tipo de cintas con al menos el mosquetón de abajo con gatillo de alambre.

Cintas de Reunión: En escalada deportiva, con descuelgues a prueba de bombas, es muy común utilizar dos cintas express contrapeadas para montar una reunión en vez típico triángulo de fuerzas del tipo que sea. Para que esta maniobra ofrezca todas las garantías es necesario que las cintas vayan montadas con mosquetones de seguro (mejor si son de rosca) tanto arriba como abajo, que las cintas sean suficientemente largas (las de 25 cm de Petzl van de lujo) y que ambas tengan la misma longitud. Vamos a analizar el por qué de los tres factores comentados:

  • Si tenemos mosquetones de seguro podemos utilizar una cinta (si ésta es suficientemente larga) como cabo de anclaje para montar el descuelgue una vez hemos terminado la vía. Así no hace falta cargar con tanto material. ¡Es muy importante cerrar bien los seguros de los mosquetones! En caso contrario, si nos giramos (por ejemplo para hablar con el asegurados) el cierre podría abrirse y caernos. En serio, es muy peligroso.


  • Si las cintas son de unos 25 cm y les sumamos la longitud de ambos mosquetones, teniendo en cuenta que la separación entre anclajes en los descuelgues es de unos 30-50 cm, conseguimos un triángulo de un ángulo bastante aceptable que transmitirá las cargas a ambos seguros. Además, con una cinta de más de 30 cm, tenemos un cabo de anclaje medianamente largo. No es muy recomendable hacer un empalme con las dos cintas del descuelgue para ganar longitud, ya que a este montaje se le conoce como "la cadena de la muerte". Son 6 las cosas que pueden fallar: cuatro mosquetones y dos cintas, así que mejor no hacerlo.


  • Si el descuelgue consta de un sólo punto de anclaje, lo mejor es que las dos cintas sean de igual longitud. Si son diferentes la cuerda rozará contra la cinta más larga, lo que incrementará el desgaste innecesario tanto de la cuerda como de la propia cinta.

Briconsejo: Si somos unos escaladores lo suficientemente experimentados, podemos ahorrar bastante tiempo montando el descuelgue de la siguiente manera (diagrama cortesía de Petzl):



Al subir nos anclamos con una de las cintas de seguro, pasamos la cuerda por el descuelgue, hacemos el ocho y lo atamos al mosquetón que tenemos en el anillo ventral. Deshacemos el ocho del arnés, recogemos las cintas y para abajo. Sin embrago, esta maniobra es muy peligrosa si no se tienen las ideas suficientemente claras, por favor, ensayadla en el suelo supervisados por alguien que sepa hacerla hasta con los ojos cerrados, va en serio.

Cintas para top-rope: Si vamos a escalar de modo intensivo en top-rope lo mejor para nuestra cuerda es minimizar su roce con los mosquetones de la reunión. Además de instalar una típica polea, la firma británica DMM nos ofrece una alternativa bastante curiosa: el mosquetón de seguro revólver, con un peso de tan sólo 64 grs, una impresionante resistencia longitudinal de 24 KN y tres tipos de cierre: rosca, automático y bayoneta. Este mosquetón cuenta con una mini polea de 10 mm de diámetro que soporta cargas de hasta 10 KN antes de quedar inservible, lo que no afectaría a la integridad del mosquetón, que seguiría resistiendo los 24 KN. Lo malo (a parte de su elevado precio, claro) es que la polea sólo sirve para una cuerda, lo que restringe su uso a la escalada deportiva o a la realización de polipastos, ya que muy poca gente está dispuesta a desembolsar tal cantidad de dinero para quitar algo de roce utilizando el revólver en cintas express convencionales.

Briconsejo: Si hacemos unas cintas de reunión con el mosquetón de abajo de polea, tenemos un sistema bastante polivalente para montar descuelgues en deportiva. Aunque no se haga un uso intensivo de este sistema en top-rope evitaremos algo de desgaste a nuestras preciadas cuerdas en su posición más desfavorable: cargadas con el peso del escalador mientras baja de la vía y con un ángulo de 180º en el descuelgue.

Cintas con maillón: Este tipo de cinta se utiliza tanto en rocódromo para enseñar, como en vías duras (esas en las que sabes que nadie te las va a robar) para probar ese paso en el que sabes que te vas a caer. Son muy parecidas en uso a las cintas de seguro, pero algo mas robustas debido al maillón que se utiliza para anclarlas a la pared. Lo malo es que son mucho más delicadas de colocar que las de seguro puesto que hasta que el maillón no está bien cerrado no nos debemos colgar de la cinta y encima son mucho menos polivalentes. Un caso especial de este tipo de cintas es la 90 gradi de Salewa, con el mosquetón de abajo girado 90º para que quede perpendicular a la pared y así facilitar el chapaje cuando estamos aprendiendo. En la imagen, dos cintas con maillón de Faders.

Con esto hemos hecho un rapaso bastante amplio de las cintas express menos "ortodoxas". Sé que se quedan algunas en el tintero (como la Frog de Kong) y espero poder actualizar este artículo incluyéndolas cuando las haya probado a fondo.

jueves, 8 de enero de 2009

Cintas Express


Elegir un buen juego de cintas express puede resultar más complicado de lo que parece a simple vista. Mucha gente se basa en el precio del conjunto o como mucho en el tipo de cierres de los mosquetones como factores determinantes de su elección, mientras que hay muchos otros factores muy a tener en cuenta además de los citados. Debemos fijarnos tanto en los mosquetones como en la propia cinta, así que vamos a ver qué características debemos buscar en cada elemento por separado para dar con la cinta express que necesitamos.

MOSQUETONES:

  • Ligereza: Aunque parezca que la ligereza sólo está reservada al material de montaña propiamente dicho, también tiene su importancia en escalada ya que en una vía de por ejemplo 12 cintas, cada gramo que ahorremos en un mosquetón hay que multiplicarlo por 24. Teniendo en cuenta que estas diferencias de peso pueden llegar a los 20 gramos, estamos hablando de casi 500 gramos que nos podemos ahorrar eligiendo los mosquetones adecuados. En la imagen, el mosquetón Astro, de tan sólo 29 gramos.

  • Resistencia: El dato más importante dentro de los tres facilitados es el de la resistencia con el gatillo abierto puesto que es el caso más desfavorable ya que es muy raro que el mosquetón de una cinta trabaje transversalmente. Actualmente existen en el mercado mosquetones que aguantan 10 KN abiertos, por lo que no nos debería costar demasiado encontrar mosquetones que aguanten 9 KN. El lado un mosquetón Spirit de Petzl, con una resistencia de 9.5 KN abierto.
  • Gatillo: Aunque al principio era un poco escéptico respecto a los cierres de alambre, hay que reconocer que tienen varias ventajas respecto a los clásicos. Para empezar son más ligeros y más sencillos, por lo que es muy difícil que se estropeen. Además al pesar menos es menos probable que se abran que los mosquetones tradicionales por las vibraciones de la cuerda. Estos mosquetones tienen mucha más abertura, lo que facilita el chapaje en condiciones complicadas. Por último hay que recordar que aunque en principio los mosquetones tradicionales tienen un aspecto más robusto, el gatillo está unido al mosquetón por una pieza del mismo diámetro que el alambre utilizado para el cierre, por lo que la seguridad de estos últimos está garantizada. Por supuesto, el mosquetón de arriba con cierre recto y el de abajo con cierre curvo para facilitar el paso de la cuerda. Gatilo de alambre y tradicional.

  • Cierre: Lo mejor es que sea del tipo Keylock para que no se nos enganche ni al sacarlo del portamaterial ni de los anclajes de la pared, sobre todo en desplomes. Detalle de un cierre tipo Keylock.

CINTAS:

Lo más común dentro de las cintas cosidas es que sean de polidamida de 16 mm de grosor o de dyneema de 10 o incluso 8 mm de ancho. Si bien las cintas de 8 mm son algo más ligeras que las de 10 mm, creo que el ahorro de peso no justifica la delgadez de una cinta que la hará todavía más sensible al roce y al desgaste que una un poco más ancha.

Por otro lado las cintas más anchas reparten algo peor la tensión sobre el mosquetón debido a que en general la forma de éstos es curva en su eje longitudinal, salvo excepciones como por ejemplo la de los mosquetones de Autrialpin, que tienen forma plana donde apoya la cinta, favoreciendo que la cinta apoye todo su ancho en el mosquetón a la vez.

Por lo tanto yo me suelo decantar por las cintas cosidas de 10 mm, ya que tienen el equilibrio justo entre eficacia, peso y longevidad. Un detalle bastante bueno que los fabricantes están empezando a añadir a sus cintas (Petzl o Wild Country, por ejemplo) son piezas de goma que sujetan el mosquetón inferior. Con este elemento se consigue por un lado que el mosquetón trabaje siempre en su posición más resistente (longitudinalmente) y por otro lado que éste no se gire, lo que dificulta enormemente el chapado de la cuerda. Austrialpin por ejemplo consigue este efecto con la a comentada forma plana del mosquetón en la parte donde apoya la cinta.

En cuanto a la longitud de las cintas, las más utilizadas son las de 11 cm de largo, pero un buen juego de cintas no debe tener únicamente esa medida. Dependiendo del fabricante podemos encontrar longitudes de 15, 17, 19 y hasta de 25 cm de longitud, eso sin contar con los anillos cosidos, que nos permiten longitudes que van desde los 30 cm hasta practicamente lo que queramos. Lo mejor, claro, es tener un poco de todo para evitar zig-zags de la cuerda, roce excesivo en pasos de techo, alejes incómodos y demás situaciones "peculiares" que se pueden dar dentro de una escalada

CINTA EXPRESS:

Aunque la teoría es muy bonita, es muy complicado que nuestras cintas express sean exactamente lo que queremos, bien sea por el excesivo precio del modelo que queremos o por la falta de disponibilidad de ese modelo justo de cinta en la tienda donde solemos comprar. Por eso lo mejor es ser realistas y buscar unas cintas lo mejor posible dentro de un presupuesto y disponibilidad modestos.


Un conjunto de cinta express con una muy buena relación calidad precio es el que tiene mosquetón de gatillo "tradicional" pero con cierre keylock en el superior y uno tipo alambre con cierre normal en el inferior con cinta de dyneema de 10 mm de grosor. Con este tipo de conjunto tenemos una cinta que:
  1. No se nos engancha ni en la pared ni en el portamaterial.
  2. Es más ligero que si monta dos mosquetones con cierre tradicional y cinta de 16 mm.
  3. El mosquetón que es más probable que se abra debido a las vibraciones producidas por el roce con la cuerda en caso de caida tiene un cierre más eficiente.

A partir de un modelo con estas características podemos ir incrementando las cualidades tanto de mosquetones como de las cintas hasta qe el bolsillo nos lo permita...

Hasta aquí hemos analizado las cintas express "normales", es decir, aquellas que nos van a servir para progresar y asegurarnos en cualquier vía de roca. Sin embargo, me dejo para otro artículo las cintas "especiales" para casos más particulares dentro de la escalada, como cintas absorvedoras para el hielo, cintas largas para clásica, con mosquetones de seguridad para reuniones y demás rarezas que nos sacarán de más de un apuro.